Hoy, día de San Blas, hemos querido participar en la tradición calagurritana de bajar hasta la Catedral para bendecir nuestros roscos.
Después de haber caído por la mañana un chaparrón, hemos decidido hacer la excursión, con la confianza de que no iba a llover más y con la esperanza de que saliera el sol. Y así ha sido. El tiempo nos ha acompañado y con paso ligerito hemos llegado a la Catedral.
Al terminar la misa, el sacerdote ha bendecido todos los alimentos que hemos llevado, y a nosotros también.
Ya en la calle, hemos comido y compartido nuestros roscos, rosquillas, barzones, bizcochos, bocadillos... y un trocito del roscón gigante preparado por los Amigos de la Catedral para el día de hoy.
La armonía, la alegría y el bien estar han estado presentes todo el rato.
¡Qué gusto da salir con chicos tan majos!