Nos reunimos con Eva, la Trabajadora Social de la Residencia, en la entrada, donde nos explicó de forma general el funcionamiento de la misma.
Seguidamente pasamos a las salas de estar donde nos encontramos con los abuelitos, que se pusieron muy contentos.
Cantamos villancicos con ellos y les regalamos un colgante de estrellas que habíamos hecho en clase.
Para lo poco que habíamos ensayado, nos quedó bastante bien. Algunos señores y señoras cantaron también. Las canciones y los villancicos, que durante tantas Navidades han cantado en sus hogares, son difíciles de olvidar.
Visitamos el gimnasio. Nos sorprendió que muchas cosas que a nosotros nos parecen fáciles de realizar, a los ancianos les cueste tanto.
Finalmente visitamos el belén. Nos encantó. Algunos pensamos volver a verlo con nuestros padres y hermanos.